domingo, 30 de diciembre de 2007

Puro periodismo o Perfil se viste de gala.

Perfil se define asi mismo como: Periodismo puro.
Y como para muestra basta un botón, por favor contemplen la tapa de la edición impresa de hoy.

"Confirman que el represor Febres tenía semen en el recto y ya analizan el ADN"
A ver muchachos, y por favor que no quiero que esto suene pedagógico, nada más lejos de mí.
Pregunto: ¿el periodismo puro contempla el mal gusto y la chavacanería?
Las cosas por su nombre, el título correcto palabras más, palabras menos sería: "No sólo se lo cogieron, sino que encima le acabaron y adentro." ¿Hay necesidad? Que poca imaginación muchachos, que poco verbo, cuanto escatimo a la sintaxis.
Ok, el tongo viene porque resulta, que ésta, no la mía ni la tuya, sino más bien la noticia, fue ayer primicia de Perfil. Punto para ustedes, pero por favor, cuiden las formas, ¿sino, cómo van a hacer para ampliar el target y así aumentar la tirada?, que por cierto les va muy bien, no olvidemos que hace un par de meses pusieron un pie en el sábado y los números acompañan. Pero con estos titulares espantan al más progre. A ver muchahos, repitan conmigo: seducción, no se quieran llevar al lector a la cama en el primer titular. ¿Hace mucho que no salen con nadie no? Un jefe de redacción a la derecha por favor.
Como diría mi abuelita: Así, no.
Pd) Che, ¿no será que en el diario estaban leyendo Barcelona y algún cronista se mimetizó con la revista?, puede ser, es una opción.

sábado, 29 de diciembre de 2007

Éstas, las fotos, sacadas por ellos.







ph 15
El proyecto empezó hace 7 años cuando Martín Rosenthal sacaba fotos en un comedor de Ciudad Oculta, su trabajo llamó la atención de los chicos que vivían allí y que se acercaban curiosos a preguntar.
Ya de regreso, Rosenthal, que había trabajado en una experiencia similar, con talleres de fotografía para chicos de diferentes comunidades rurales de Sudamérica y motivado por el entusiasmo generado, buscó la manera de armar e implementar talleres de fotografía con un plan de trabajo concreto y a largo plazo.
Así nació pH 15, fotografías por chicos de Ciudad Oculta. Cada uno de ellos recibe al iniciar el curso una cámara plástica que conservará de por vida si completa el ciclo de dos años que propone el programa de la fundación. La coordinación del proyecto esta a cargo de docentes volunatrios dirigidos por Miriam Priotti. Los talleres incluyen a chicos de entre 11 y 25 años, divididos en sub-grupos por edades.
El libro es el resultado del trabajo compartido y de las ganas. La primer edición es del 2005 y contó con una tirada de 2000 ejemplares. Sale $25 y se consigue en varias librerías. Pero de todas maneras si quieren información de los artistas, sus obras y el proyecto de la fundación o cómo conseguir el libro y colaborar pueden pasar por acá.
En medio de tanta vanalidad y de tanta estetización de la pobreza, que es lo que suelen reflejar los medios, sobre aquellos que le son ajenos y encima pobres, es bueno que coexistan este tipo de proyectos. Que empiezan retratando el lugar de pertenencia pero que se extienden a la ciudad y al interior del país.
El punto de partida es Ciudad Oculta, pero visitan museos, recorren la ciudad y viajan al interior recibiendo y aportando en constantes intercambios entre pares y docentes.
PH 15 ya tuvo varias exposiciones en Estados Unidos con gran éxito de convocatoria y repercusión en los medios. Ahora van por más y la fundación planea extender el proyecto con talleres de corta duración en zonas rurales donde los chicos de Ciudad Oculta se desempeñarán como docentes.
El libro es sólo la materialización de un trabajo continuo que no cesa y que rinde frutos, el libro es un medio para difundir y estimular a estos fotógrafos, a los que probablemente les falten recursos, pero no talento.

La última de Pablo.



Sí, al título responde, sin vueltas, sin rodeos, sin adornos. Queda más que claro, lo de Pablo es la honestidad brutal y "La ley de la ferocidad" es la prueba viva.
La novela retoma la vida de Gabriel, el niño/adolescente de su primer novela: "El origen de la tristeza", solo que tiempo después, mucho tiempo después. La rueda del destino gira, en forma vertiginosa, no se detiene y avanza. Nos situamos en la muerte del padre de Gabriel, exactamente en los dos días previos a su entierro.
Gabriel es ahora un hombre. Gabriel es padre. Gabriel ha vivido, pero al extremo de todo: de las drogas, del alcohol, del poder y de las mujeres que en su vida han pasado y siguen pasando mostrándole la cara que más lo conmueve, la de la ternura y también la más cruel, la que lo deja sin palabras, liquidado. Ex - hijo de un padre ausente y omnipresente en su literatura, ex- marido, ex -amante y ex- novio. Gabriel es un hombre con más dudas que certezas, con más desaciertos que éxitos. Gabriel experimenta un torbellino de sensaciones encontradas y desencontradas en esos dos días, es una revisión del pasado que ahora se vuelve carne para transformarse en literatura viva y vivida.
La novela toda, es una búsqueda constante, se mezclan, se barajan y dan de nuevo historias del pasado, presente y del ahora mismo, en este instante, en que él, el hombre, se desmorona y escribe. Gabriel busca y casi nunca encuentra, quiere llegar al fondo de todo y en el fondo, un enorme vacío se apodera de todo su ser.
Pablo emana literatura en estado puro, sin aditivos ni conservantes, sin diluyentes.
"La ley de la ferocidad" es la novela de un hombre que busca en su interior, para encontrar respuestas y dar sentido a tanto dolor. Gabriel esta dispuesto a ir más allá, revelándose sólo al lector, el único testigo de su entrega.

martes, 25 de diciembre de 2007

Dos nenas lindas, dos.

I
La culpa de los diminutivos en mi familia la tiene mi papá.
Te presento a mis nenitas:
- Ésta es la más chiquita. (Marisol 22 añitos, 1.68)
- Y ésta es mi nenita mayor. (Marinita 26, 1.80)
Mi hermanita, siempre va a ser la bebé de la casa.
Lo mío es más complicado, siempre fui más grande, ni la fuerza de los diminutivos pudo con eso. En fin, para eso está la terapia no?
De todas maneras mi hnita, no siempre ostenta su título y de cuando en vez saca a relucir sus garras para defenderme ante la adversidad.
II
Verano, mucho calor, mi hna me acompaña a una entrevista de trabajo, se queda esperando afuera en una suerte de hall que hace las veces de recibidor, donde se amontonan los postulantes.
Salgo de la entrevista
hnita - ¿Y, cómo te fue?
Yo- (cara de entusiasmo) Bien dijeron que me llaman.
hnita- Ah que bueno.
Pasan dos días y nada. Ya me había olvidado del asunto para ese entonces, cuando entra mi hna y me dice:
- Yo no te lo iba a decir, pero cuando vos estabas en la entrevista ya habían decidido tomar a otra, (una chiquita más curvilínea que yo, según mi hna) asi que llamé por teléfono al lugar, pregunté por la chica que te entrevistó y le dije que eras vos (ambas tenemos exactamente la misma voz, genética vió) y cuando se empezó a disculpar le dije:
- Mirá, no soy Marina, soy la hermana y yo estaba cuando le tomaste la entrevista, aún sabiendo que no la ibas a contratar, eso no se hace, le dije y corté.
Hay otra anécdota, más graciosa pero tiene que ver con mi pseudo-vida amorosa asi que me la reservo para mí y para ella (el burro adelante).
Pd) Mi hno perruno es un primor, pero no dá ponerlo, se robaría las miradas y este post es sólo de nenas.
Im sorry Perry.

lunes, 24 de diciembre de 2007

Nochebuena

Dos manos se abalanzan sobre la última botella de sidra de oferta. El señor de remera rayada mira enfurecido a la señora de camisa que ahora sonríe victoriosa después de la hazaña. Los changuitos aceleran y frenan de golpe. Zigzaguean, en las angostas góndolas, para llegar al pan dulce en una carrera contra reloj. Los anaqueles rebalsan de turrones blandos, porque la gente prefiere los de maní. Al menos los que tienen dientes, y la mayoría de las veces es directamente proporcional a la cantidad de gente que hace las compras, madres, padres, tíos amigos, y alguna que otra criatura enviada a último momento, en busca de la plantita de lechuga para decorar la bandeja del arrollado.
El ambiente se caldea aún más. Son las cinco de la tarde y ya no hay rastros del lechón. Ni frío, ni caliente ni adobado, ni por adobar, ya no queda ni congelado.
_ ¡Me quiero morir! ¿Y no van a reponer?; lo que pasa es que todos los años se encarga mi mujer y este año no pudo, ¡ay! ¡Cuando se entere me mata!
_ Perdón: ¿van a poner más garrapiñadas de oferta? Porque acá no quedaron.
_ ¿Hasta que hora puedo hacer el pedido?, ¿Hoy mandan a domicilio?
En las próximas horas los mortales arrasaran, cuales langostas sobre el maíz, con todo o con casi todo. Porque no es lo mismo un pan dulce con frutas que sin frutas.
_ Uyyya ¿Esto qué marca será? ¿No lo pondrán de oferta porque esta podrido, no?
_ ¡Es importado! Y ...así no repunta la industria nacional, aunque ... 30 centavos son 30 centavos.
Es un hecho la nochebuena está cerca, a unas pocas horas para ser más precisos.
En la casa de la abuela Rosa, la mesa está puesta desde las ocho, aunque ella es perfectamente conciente que todos llegaran después de las 9 cansados, transpirados y con muchas ganas de comer y pocas de colaborar; Y claro cada vez son más. Los hijos los nietos, los novios de las nietas, que son muy modernos porque hay que ser muy moderno para pasarlo en la casa de la novia. ¿Estos chicos no tienen familia? Quién sabe. Pero mejor que estén acá y no vagueando, como los mellizos de su hija que lo único que les interesa son los petardos y las estrellitas, el último año no dejaron un solo perro sin aturdir. Y se ganaron de manera unánime el odio de los vecinos. Inclusos los de al lado, tan atentos que este año le regalaron otra vela blanca con purpurina de colores, que ni bien se encendió, se deshizo sobre el mantel recién lavado.
Cada vez cuesta más reunir a la familia. Ya se perdió esa cosa de festejar, antes estaba una semana para preparar la comida ahora apenas el día anterior y este año ni siquiera pudo comprar medias para todos, y que se le va hacer... La abuela está convencida que en un par de años terminaran comiendo pizzas y empanadas, para no hacerse tanto drama como le dicen sus hijos.
Edgardo está solo. Divorciado, dos hijos. Ellos pasan el 24 con la madre y el 31 con él. Ya se compró la comida hecha, un poquito de todo, un pedazo de lechón, él si logro conseguirlo en el supermercado adobado y todo, un arrolladito primavera, ensalada rusa, pollo y un buen vinito. De postre helado y turrón porque no es muy afecto al pan dulce y las frutas secas. De fondo suena Frank Sinatra. Le recuerda épocas mejores, en las que no estaba tan sólo, tan, como decirlo, con tanta sensiblera. Pero no importa a las 10 dan El Padrino la trilogía completa y para cuando termine, ya habrá pasado nochebuena, navidad y todas las benditas fiestas, que lo tienen re podrido, desde que descubrió que al final de la noche no tiene con quien alzar la copa.
La ciudad entera está iluminada, como si Ibarra hubiera descubierto que lo que los vecinos anhelan son lucecitas en navidad ... y bueno algo es algo.
Aún faltan unos minutos y algunos ya empezaron con el estruendo desde hace rato. Los villancicos desde Roma son la vedette de la tele, esta noche no hay Hola Susana que valga. Menos diez. Cuentan los minutos, piden y ruegan y se emocionen y brindan. Por un momento todos van atener la certeza de estar colmados de felicidad y se abrazan. Parecen envueltos en una extraña música serena y apacible. El ambiente por unos instantes se vuelve alegría y bullicio, se respira la magia de la navidad, aunque sea por un ratito.
Otra navidad se nos ha pasado. Ahora queda lavar los platos y preguntarnos: -¿Che mañana que vamos a comer?

Pd) Era tan joven cuando escribí esto, corría creo el 2001 o algo así, lo posteo porque aún hoy me sigue dando ternura.

Ahora estoy practicando

el minimalismo

asi que.

Feliz noche buena!!!!

mejor navidad!!

beso!

M.



domingo, 23 de diciembre de 2007

Mal, pero acostumbrada.

Cinco de la tarde, esperamos sentadas en el comedor de la casa de mi amiga, que otra amiga vuelva de comprar las facturas. En eso estábamos cuando empezamos a hablar de la familia, de los novios, de los ex, sí fue justo en el momento de los ex, que yo me empecé a enojar y a quejar, que siempre lo mismo, que me tocan todos a mí... "¿te tocan?", dijo mi amiga que para ese entonces ya había vuelto con las facturas, para que habrá vuelto pienso ahora.
Bueno..., quise empezar a explicar a contar a justificar, "no no, para", me dice mientras me clava la mirada, "yo te voy a decir una cosa, lo único que te toca es la familia, el resto, se elige".
¿O sea que vos querés decir que no es verdad que tengo mala suerte y me caen los pelmasos como lluvia de verano, que no moja pero molesta, que es mentira que me tocan todos a mí. Vos querés decir que no soy una pobre víctima en mi décimo intento frustrado de mutar del tango al bolero sin sufrir como una mártir en la transición. Vos querés decir que no son unos histéricos, inmaduros, cagones, pelotudos, etc, etc (el etc concentra los adjetivos más intensos). ?
¿Vos me estás diciendo que la pelotuda soy yo? "Lo que te estoy diciendo es que se elige, a los tipo se los elige".
Fin del diálogo.
Sigue la conversación y rumbea por otras rutas de hombres menos complicados y de historias más felices, más solidas, lo que se suele llamar, pareja.
Igual no le presto mucha atención, pienso, estoy desahuciada, porque yo era infeliz, pero con la ignorancia de ser la propia artífice de mi infelicidad. Es decir mal, pero acostumbrada, peleada con el destino, desesperanzada pero cómoda. Y ahora resulta que encima todo esto es de mi propia autoría. Esto no es una noticia, es una bomba. Tres años y medio de terapia con intermitencias, cada vez que lo necesito y me cae la ficha cual maquinita de playland tomando la leche en el comedor de la casa de mi amiga.
Así no.
No es justo, encima es domingo.
No hay derecho.
Hace un tiempo leí algo que me pareció brillante.
"... algo parecido ocurre con los demasiado sensibles, los que necesitan de un mundo idealizado. Cuando el amor no deja entrar nunca al pensamiento hace que los amigos hablen"

Pd) ¿Alguien sabe si hoy a la noche dan alguna película buena?, asi la miro en compañía de un cuarto de helado, que por lo pronto es mi único y mejor aliado.
Al menos no habla.

Hoy es tannnnnn domingo...

... y mañana
tannnnnnnnnnnnnnn

lunes!!!!!!!

ufa+ufa+ufa= UFA

jueves, 13 de diciembre de 2007

Queremos tanto a LMDMV.


Soy tu fan.

Conocí a LMDMV por Betty Elizalde y fue amor a primera lectura. Después como todo lo apasionado, pero efímero, se me pasó. Me volví a encontrar con ella, casi un año después de ese primer flechazo, en la oficina de un amigo de mi papá. La atracción fue fulminante, no volvimos a separarnos más. Conseguí todas las que me faltaban, inclusive la figurita díficil, el primer número.
De todos modos las cosas no fueron, al menos al principio, ni tan fáciles, ni tan color de rosa.
- Hola, la mujer de mi vida por favor.
- ¿La qué?, no nena yo no la conozco, yo tengo a mi mujer nada más.

- ¿La mujer de mi vida, la tiene?
- No, no la conozco, ¿qué es eso, un libro?, además vos deberías buscar el hombre de tu vida no una mujer, ¿no te parece?

- ¿Ya salió la mujer de mi vida de este mes?
- No, todavía no me la trajeron.

Lo que en un principio fueron negativas, burlas, risas, con el pasar de los meses y a lo largo de estos casi 5 años, se fueron transformando paulatinamente en aciertos, encuentros y descubrimientos. Los quiosqueros se sorprendían de que exista una revista con ese nombre, con ese formato y sobre todo que se venda.
"Me dejaron unas cuantas por este mes y se vendieron todas, no me quedaron más,
¿hace mucho que esta la revista?, porque yo, la primera vez que la veo". Lobby mediante y propaganda de boca en boca la revista fue creciendo y lo que era el reducto de algunos quioscos en el centro se transformó en Palermo, Belgrano, Parque Centenario, Abasto y la Costa Atlántica, sólo por dar ejemplos de lugares donde la conseguí, cuando la ansiedad se apoderaba de mí porque era 10 u 11 de mes y yo sin mi ejemplar.



Me pasaron y me pasan muchas cosas con LMDMV.
Tengo mil historias en colectivos, en la facultad, mientras hacía tiempo para alguna clase, en cenas con amigos o sola riéndome en cualquier parte, absorta frente algún cuento o nota.


No me gustan las despedidas.
No me gustan los adióses,
me ponen triste.
Asi que, sólo tengo para decir:
LMDMV, soy tu fan.
No es el fin.
Sólo un adiós chiquitito.
Nos seguimos viendo,
cualquier día de estos
en alguna página.
Hasta entonces.
Marina.

martes, 11 de diciembre de 2007

Mi otra mitad.

Esto va, para todos aquellos que insisten con lo de la media naranja.
Después no digan que no les avisé, corren riesgo de hacerse pulpa muchachos,
allá ustedes,
acá yo,
bien contra el borde,
cosa de no salpicarme,
ni un poquito.


jueves, 6 de diciembre de 2007

Ventajas comparativas.

Lo mejor de escribir (ya sea bien o mal, incluyendo toda la gama de grises entre bueno y mediocre) es que uno puede inventarse los finales. Y poner en la boca de los personajes, todo aquello que se nos dé la regaladísima gana.
Porque si hay algo que nos sobra señores, son palabras.
He dicho.

Capítulo 6: Fin del viaje.

I
No podía pegar un ojo, Clara me daba la espalda indiferente, quería hablarle, explicarle, decirle que era lo mejor, que a la larga me iba agradecer. Una parte de mí se sentía aliviada y la otra culpable. Me debatía entre pedirle disculpas o decirle que se fuera y borrar todo.
De tanto dar vueltas en la cama, Clara se despertó.
- ¿Te sentís bien?, ¡estas volando de fiebre!
Me tocó la frente, se incorporó un tanto asustada y me pidió que me quedara en la cama, que ella llamaba al médico. Mientras lo esperábamos, me decía que me quedara tranquilo, que se iba a quedar conmigo, que no me preocupara.
El médico al que llamaron desde el hotel tardó más de dos horas, para cuando llegó Clara me había hecho bajar la fiebre con compresas de agua fría.
El médico me examinó, me recetó algo para bajar la fiebre y mandó reposo.
- ¿Comió algo en mal estado, alguna posible intoxicación?
- ¿Vómitos?
- No, respondía a cada síntoma.
- No se preocupe, debe ser un cuadro de estrés, pasa mucho, uno viene colapsado de todo el año y llega a las vacaciones pasado de revoluciones.
- ¿Porque no me va a decir que el mar lo estresó, o que el all-inclusive del hotel le preocupa, no?
Silencio fulminante.
- Ya se va a poner mejor, es cuestión de dos o tres días a lo sumo.
Justo lo que necesito, (tres días encerrado, viendo pasar las horas) dije en tono irónico. Sonreí con un gesto de aprobación. Clara lo acompañó hasta la puerta.


II
Quedamos los dos solos, enfrentados, en una cama enorme, en un cuarto más enorme aún. Raro, pero hacía frío. Si ya sé, culpa de la fiebre o quizás no.
Le pedí disculpas, le dije que la quería, que nunca iba a dejar de quererla, pero que hasta ahi habíamos llegado nosotros como pareja. Que quizás no había sido la mejor manera, ni la forma.
- Ninguno de los dos nos merecemos pasarla mal.
Nos abrazamos y nos quedamos así un largo rato, en silencio.
- Es lo mejor y no quiero torturarte, además nos quedan tres días todavía.


III
Finalmente convencí a Clara de que lo mejor era separarnos, digo, además de separarnos como pareja, irnos cada uno por su lado esos tres días, al lugar que más nos gustara.
Regalarnos eso, sin reproches a modo de souvenir.
Venezuela seguía siendo un destino más que atractivo y rara vez tendríamos la oportunidad de volver a semejante paraíso.
Lo tomó mucho mejor de lo que esperaba.
Una semana después de mi vuelta me llegó una postal de Clara.
Al final te hice caso, fui hasta las islas y a que no sabes que había? jajaja las fotografié a todas, acá te mando una de prueba.

PD) Buen año!

un abrazo,

Clara.

lunes, 3 de diciembre de 2007

Cepítulo 5: La luna de miel, segunda parte.

I
Retratar exactamente paso a paso la última discusión que tuve con Clara sería imposible. No porque no quiera o no me parezca importante, es que simplemente no la recuerdo del todo. Es decir, tengo la sensación de fragmentos más o menos intensos que se me fueron impregnando en el cuerpo hasta dejarme aturdido.
Todo empezó cuando de algún modo, quizás no el más elegante, le hice notar que era un tanto infantil hacer una parodia delante de unos viejos que no conocíamos, ni nos conocían, ni nos importaban. No había necesidad.
- No hay necesidad Clara.
- ¿De qué no hay necesidad?
- Digo, no es del todo verdad, pero tampoco del todo mentira vos y yo estamos acá porque queremos arreglar las cosas, porque queremos estar juntos y porque un día no muy lejano también vamos a formar una familia, ¿o me equivoco?
- ¡Que se yo Clara!, no sé, así estamos bien o estamos tratando de..., no sabes que puede pasar pasado mañana, es todo tan impredecible, no podes planificar a largo plazo como si el destino estuviera a nuestro antojo.
- Obvio que no sé que se le antoja al destino, pero si sé que quiero yo, y sé que quiero que sea con vos.
No pude seguir hablándole, cómo ella podía tener una certeza tan profunda y a mi sólo correrme un frío por la espalda ante semejante declaración.
Mi silencio sólo empeoró las cosas, Clara empezó a hablar por mí, por ella y por todo aquello que ni yo ni ella habíamos sido capaces de decir hasta ese momento.
II
No recuerdo exactamente el momento en que dejé de amar a Clara, tal vez para cuando me di cuenta, sólo la quería o sentía que le debía la oportunidad por todo su esfuerzo, por lo valiente que había sido por los dos. Supongo que también quise convencerme de que lo hacía por mí. Que no le estaba dando una oportunidad a ella sino que nos estábamos dando una oportunidad.
Por mi cabeza transitaban los momentos de nuestra relación como diapositivas en desorden: más oscuras, más claras, más nítidas, sublimes, tristes, casi felices y la lista se extendía a lo largo de una fila interminable. Las miré una una por una, quería atesorarlas, guardarlas, volver a ellas, aunque sea una última vez.
III
- ¿Sabes lo que pasa?, es que sos un cobarde, un cagón, no te animás y ¿sabés que es lo peor de todo?, que vos sabes que en el fondo tarde o temprano te vas a arrepentir, porque vas a mirar para atrás, vas a llegar a este momento y vas a pensar que hubiera valido la pena y te vas sentir tan solo, Mauro.
- No hay nada que pueda decirte, vos ya elegiste, ya decidiste, me dejas a mí, como siempre la
peor parte, la que habla, la que cierra, la que dice.
- No quiero hacerme más mal, esto se termina, pero hacéte cargo de tu cobardía.
Las palabras de Clara retumbaban en mi cabeza, no podía pensar, menos responderle. Quería avanzar el tiempo y espiar a ver si Clara tenía razón, a ver si era "ella" y yo la estaba dejando ir o si sus palabras pegaban donde más dolía porque yo la había lastimado y ella quería hacerme sentir en carne propia su dolor.
Todavía quedaban tres días para nuestra vuelta. Demasiado tiempo de agonía para una relación que ya había dejado de ser.

domingo, 25 de noviembre de 2007

Capítulo 4: La Luna de miel: primera parte

I

Los días posteriores a nuestra primera discusión (la única hasta ese momento desde que habíamos empezado a planear nuestro viaje) pasaron sin pena ni gloria.
Clara se levantaba muy temprano, desayunaba, armaba su mochila y partía rumbo a la playa. Se quedaba allí hasta el medio día, después pasaba por la habitación, me despertaba y almorzábamos juntos. Por la tarde volvíamos a la bendita playa o hacíamos alguna excursión y por la noche o teníamos alguna fiesta del hotel, dándonos la bienvenida por enésima vez o resolvíamos de común acuerdo encerrarnos y coger hasta que no diéramos más o alguno de los dos se quedara dormido.

II
En el hotel éramos la parejita de recién casados, todo el mundo se dirigía con ternura a nosotros, nos daban consejos, nos preguntaban, nos hablaban. Quizás sea porque el promedio de esa quincena en el hotel eran de 40 pico para arriba, con una amplia mayoría de sexagenarios. A Clara le encantaba seguirles el juego, pedirles consejos, hablarles de nuestros proyectos(¿?), de la familia que empezaríamos a formar ni bien volviéramos a Buenos Aires.
Tanta seguridad en sus palabras comenzó a perturbarme. Empezaba a pensar que la línea que dividía el juego, de la verdad era cada vez más fina.


III


Hacía meses que ambos no teníamos una conversación con vista al futuro. En la urgencia de salvar la pareja, o lo que quedaba de ella, nos habíamos concentrado en el presente. En vivir cada día, en disfrutar y por sobre todas las cosas, en no pensar. La idea del viaje nos había dado eso. Era el aire que necesitábamos en ese momento, para no pensar, para actuar. Era el motor para salir del pozo en que nos habíamos estancado Clara y yo. Creo que de alguna manera acepté porque, además de quererla, pensar a corto-plazo nos daba espacio y ambos lo necesitábamos. Siempre pensé que era algo en lo que los dos estábamos de acuerdo.
Estaba de más entonces, consultarle o cuestionarle el por qué de la vehemencia en sus dichos para con los viejos del hotel. No era mi intención preocuparme ni preocuparla.
Tan de más estaba el cuestionamiento, que una tarde, recostada ella boca arriba sobre la toalla y yo sentado en una reposera decidí preguntarle.

domingo, 18 de noviembre de 2007

Capítulo 3: El viaje.

I


El vuelo demoró lo usual, la comida igual de fea y fría que de costumbre y en mi sector se habían acabado las mantas extras, y víctima de mi entusiasmo desmedido, en pos de exprimirle tiempo a las vacaciones (me fui en bermudas y remera), me congelé la mayor parte del viaje.
Clara durmió plácidamente durante las casi 8 horas que duró el vuelo. Después me confesó que su madre le había dado una pastilla, un mio - relajante para que descansara, que pensó que no le iba a hacer falta, pero ante la duda y sus nervios decidió tomárselo.
Sentí envidia, yo congelado, sin pegar un ojo, incómodo, mala la película, feo el baño, poco el espacio y el libro que había llevado no se movió de donde lo había marcado con mi señalador, unas semanas atrás.


II

Llegamos de noche, agobiados de tanto viaje. El charter que nos dejaría en el hotel estaba esperando en la puerta, tal cual lo habían indicado los de la agencia. El hotel era mejor de lo que habíamos imaginado. Clara por intermedio de un conocido del padre había conseguido un tour completo a un precio más que razonable. Se suponía que no era sólo un viaje de placer, al fulano este le habían dicho que era nuestra luna de miel que estábamos ahorrando desde hace tanto..., que nos hacía tanta ilusión..., Clara representaba la escena de la farsa mucho mejor de lo que yo podría contarla. En fin, se ve que la actuación funcionó y de que manera.
Los dos estábamos seguros que con 3 estrellas y al precio que lo habíamos comprado, el paquete no podía más que ofrecernos un cuarto decente y comida abundante. Pero parece que a la buena fortuna le caíamos simpáticos porque el hotel era elegante, de hecho por momentos, rozaba lo suntuoso. La habitación tenía una especie de recibidor, el dormitorio era cómodo y el baño tenía jacuzzi.
Realmente comenzaba a disfrutar de las vacaciones, todo salía, para mi sorpresa mejor de lo esperado.


III

Como estábamos cansados pusimos el despertador. Clara estaba desesperada por meterse en el mar
- Aunque esté feo nos metemos igual.
- Y ponete bronceador aunque no haya sol, mira que ya te pasó de insolarte porque vos decías que estaba nublado y estuviste dos días en cama, no jodas con eso, por favor te pido.
- Ah, y lleva líquido que no me quiero deshidratar.

Salí casi arrastrado por Clara a desayunar, comimos todo lo que pudimos y cargué con una diminuta mochila que insistió en llevar, porque entraba todo, “apretado pero entra, ¿ves?”. Estaba contenta y no paraba de sonreír.
Pasamos casi toda la tarde en la playa, muy a mi pesar. A Clara a veces le costaba entender que estar con alguien no implicaba hacer lo mismo, los dos, todo el tiempo.
- ¿Por qué no te queres meter?
- ¡Dale!
- ¡Esta re- lindo de verdad, no está tan fría como parece!, ¡dale! ¡dale!
No lograba entrar en razones.
- No amor, en serio, de verdad, hay viento. Metete vos, yo estoy bien así, me quedo acá, ¿si?
No había forma, pronto acabó con mi paciencia e intento de toda conciliación.
- No, no quiero, no tengo ganas, tengo frío, hay viento.
- ¡No me hinches las pelotas Clara!, ¡por dios!

Deliberadamente me excedí por que se fue a caminar sola y a la vuelta se encontró con una pareja de viejos con la que se quedó hablando la mayor parte de la tarde.Yo estaba enojado. Me concentré en el libro, lo terminé y después empecé a pensar que se me había ido la mano, que nos había costado tanto esfuerzo todo esto del viaje, que no valía la pena arruinarlo de movida y por una pavada. Así que me tragué mi orgullo, caminé hasta donde estaban los viejos y con toda la simpatía de la que soy capaz, de tanto en tanto, me acerqué, les hablé y nos quedamos así largo rato, detrás de unos médanos, los 4, contemplando el mar.

martes, 13 de noviembre de 2007

Capítulo 2: El intento.

I

Clara estaba radiante y se mostraba segura, a decir verdad la miraba y no la reconocía. Era como estar seduciendo a un extraño, habían pasado sólo 15 días pero a mí me parecía una eternidad. Estuve a punto de decirle que la había extrañado, que me daba cuenta que no podía vivir sin ella, que era importante y que no estaba dispuesto a perderla, estaba a punto de hablar cuando interrumpió mi silencio.

- Bueno mira como te dije en el mail, yo estuve pensando mucho. A mí me parece que lo nuestro vale la pena, que nos queremos, pero quizás esto que nos está pasando tiene que ver con que necesitamos comprometernos más.

- Yo no quiero volver a pelear todos los días o a discutir por cualquier cosa, no sirve, somos grandes o seguimos adelante o lo dejamos acá.


-¿Vos que pensás?


Yo no podía pensar, la miraba y me sorprendía la frialdad con la que hablaba, la imaginaba teniendo esta misma charla con sus amigas más íntimas, con su terapeuta, o con cualquiera que en el trabajo se acercara a preguntarle qué le pasaba. Clara era así, se le notaba todo en la mirada, esa fue una de las cosas que me enamoró de ella, sabía que era incapaz de traicionar sus sentimientos y que jamás me mentiría. Con ella siempre me voy a sentir a salvo solía pensar.

- Yo pienso lo mismo, no sé, por eso te dije lo del tiempo, lo de hablar menos, lo de no vernos. Es complicado porque no nos había pasado nunca esto. Si hay algo que rescato de nuestra relación es que siempre nos dijimos lo que pensábamos. Yo de verdad estoy dispuesto a hacer todo lo posible para que las cosas funcionen.
A Clara de repente se le iluminó la mirada, me sonrió, se levantó de la silla me abrazó y nos besamos un largo rato. La imagen era un tanto distorsionada, dos tristes conocidos dándose ánimo mutuamente para que ninguno notara nada.


II


Algo era más que evidente, que los dos tuviésemos toda la intención de seguir adelante, no nos aseguraba nada. Nos daba esperanza, pero no seguridad. Lo más razonable y sensato, para tomar las cosas con calma fue planear un viaje en conjunto. Las vacaciones estaban próximas y ambos podíamos acomodar la quincena para coincidir en tiempo y forma. Clara insistió en ocuparse de todo. Venezuela era un destino más que atractivo. Yo recién empezaba a recuperarme de los avatares de mi propia economía y si bien el gasto era importante, sentía que valía la pena, peor era quedarse con la incertidumbre del que hubiera pasado.
Durante los casi 3 meses en los que estuvimos organizando el viaje, parecía que las cosas habían vuelto a la normalidad. Que esto no termine nunca rogaba, que sea asi siempre. El entusiasmo de Clara me conmovía y me llenaba de alegría. Apenas salía del trabajo me llamaba o la pasaba a buscar de sorpresa. Nos quedábamos hasta cualquier hora hablando, hacíamos el amor como antes en cualquier lado y a cada rato, de repente todo giraba en torno al viaje, se había vuelto nuestro universo, lo único que teníamos en común. Yo comenzaba a preguntarme que pasaría después del viaje, incluso pensaba que nos sucedería en el viaje.


III


Los días previos fueron más que excitantes, estábamos fascinados, Clara me atraía de una forma inexplicable, no podía esperar para estar solo con ella. No me decía nada, pero se le notaba el placer que le provocaba mi deseo.
La noche antes del viaje no la pasamos juntos, le dije que quería cenar con los chicos, que con todo el trajín de la organización y nuestros encuentros furtivos hacía rato que no los veía y quería despedirme. No se enojó, me dijo que estaba bien, me besó y quedamos en encontrarnos directamente en el aeropuerto.
Llegamos de madrugada cada uno por su lado, un poco atontados por la hora, nos saludamos afectuosamente.
Estaba a punto de amanecer y las luces empezaban a penetrarlo todo de a poco.













Capítilo primero: El quiebre.

I
Con Clara las cosas no venían bien, desde hacía un tiempo. Se empezaba a sentir la crisis de los dos años. Si es que tiene algún nombre eso que pasa justo cuando se termina el estado de embobamiento, y a nosotros nos había durado bastante. Ninguno de los dos estaba dispuesto a tirar por demás de la soga "si no va más, no va más" me dijo Clara, con lágrimas en los ojos. "Lo que pasa es que yo a vos te quiero". Se me hizo un nudo en la garganta, no supe que decirle y le sonreí con la mejor cara que pude dibujar en el momento. Quedamos en no vernos, en no hablar por un buen tiempo. Llegado el momento en que cada uno pudiera resolver su situación y ver que le pasaba con el otro, entonces, sólo entonces nos encontraríamos.

II


- "¿ Sabés lo que pasa Marcos?, es que ustedes no tienen planes en común, no hay una perspectiva más allá del ahora ¿entendés? y eso de coger todos los días y verse a cada rato, tarde o temprano se te acaba viejo. Lo que necesitan es un viaje, como encontrarse de nuevo pero de otra forma, no sé si te ayuda pero para mí..." Yo miraba a mi amigo de reojo sin emitir palabra. Hablaba con vehemencia sobre el asunto como si fuera el damnificado. Por momentos me dispersaba, salía de su monólogo lentamente hasta ver a un tipo pelado de barba, con una camisa color amarillo patito, pantalón de gabardina azul marino, zapatos tipo leñadores y un portafolios repleto de vaya a saber que. A mí los pelados siempre me dieron desconfianza, no sé porque me hice amigo de uno, igual Gaby no fue siempre pelado, nos conocemos del secundario, entradas tenía, y como todos se le fueron volando las chapas de a poco. Fue muy digno lo de él, a penas se empezó a percatar de su incipiente calvicie nos dijo: "muchachos yo me rapo, no quiero andar por ahí dando lástima o como esos boludos que se hacen tratamientos, si me voy a quedar pelado igual" Eso admiraba yo de él, su practicidad, quizás por eso necesitaba hablar con él, saber que opinaba.

- Bueno viejo me tengo que ir, cualquier cosa hablamos, acordate del partido el jueves, ah cambiámos de cancha, pregutale al gordo, que te dé la dirección consiguió una más barata y más cerca. ¡Chau querido!, nos vemos.


III


Habían pasado más de dos semanas y Clara no había llamado, ni mandado mail, ni nada de nada. Yo tampoco estaba así como desesperado y lo más probable era que si seguíamos tardando en reaccionar la cosas volcaran del todo. Para ganar tiempo le mandé un mail, un llamado era medio intimista, más después de las 10 de la noche, tampoco quería preocuparla. Redacté un par de líneas, escuetas pero sinceras, sin sonar preocupado, pero tampoco ausente.
Hola, como va? Yo la verdad bastante ocupado, mucho laburo en la oficina, vos sábes fin de año es un kilombo para todo el mundo.
Estaba pensando que a lo mejor podríamos juntarnos no?, para ver en que anda cada uno, si queres. Este viernes en el bar de enfrente del cine, tipo 10 te parece bien?
beso
M.
Me respondió a la hora, todavía estaba en la oficina.
Sí, me parece buenísimo, estuve pensando mucho en nosotros sabés? Ya te contaré.
besos, amor.
Estaba un poco inquieto y de tanto dar vueltas en mi cabeza y en la calle para no llegar demasiado temprano y quedar como un desesperado, finalmente llegué tarde. Ella ya estaba sentada en la mesa, esperando.


lunes, 12 de noviembre de 2007

No los mata la intriga?
a mí, me divierte!
Basta de suspenso
Basta de suspenso
Basta de suspenso
Basta de suspenso
Basta de suspenso.


En breve...



Novedades novedosas!!!
Próximamente en su blog amigo.

domingo, 11 de noviembre de 2007

"Y pensar que nosotros, que nos dijimos tantas,
de repente, nos quedamos sin ninguna."

Despedida
Basta para mí.
Me quedo, a modo de souvenir, con un recuerdo,
el de la última vez que te soñé.
Estábamos enroscados sobre las sábanas, también calientes.
Exhaustos de tanto amarnos,
mirándonos embelesados,
sin pronunciar palabra,
sin decirnos nada.
Repletos de felicidad.

sábado, 10 de noviembre de 2007

Sumatoria, o porque uno+ uno, no siempre da dos.

En el principio eras vos y era yo
después fuimos vos y yo,
entonces sumábamos dos.
Para cuando nos quisimos acordar ya éramos uno,
ni vos, ni yo
todo en uno, de a dos.
Ahora, de vuelta, soy yo
ni más ni menos que antes
sólo yo.
Y vos?
de vos no sé mucho,
a fin de cuentas
creo que a la única que le daban las sumas
era a mí.



Inceritdumbre

Hoy tengo un día...

Las últimas semanas han sido...

Estos últimos meses fueron tan...

Con un panorama así...
Yo me pregunto:
A fin de año, cómo llego?

Nota 1) o tentativa de ánimo: al menos no falta tanto.
Nota 2) o tentativa de posibilidad: o el año acaba conmigo o yo lo remato justo a fin de año.
Nota 3) o tentativa de respuesta final. Juro que de este año no pasa.

jueves, 8 de noviembre de 2007

Adiós Nonino.

Viernes al medio día, calor, mucho. La lluviecita dejo de molestar y se levantó una humedad insostenible. No importa, hay sol. Me amparo en ese dato para caminar un rato. Voy por Moreno, salgo a 9 de julio y camino atravesando avenidas: Belgrano, Av de Mayo, Corrientes, unas cuadras más hasta Santa Fe. Hasta acá llegó mi amor, se me terminó la botellita de coca light y el sol no da tregua.
Espero el 59, tengo un bolso lleno de cosas, es imposible que salga a cualquier lado sin cargar con algo, la dimensión exagerada de mis pertenencias casi no me deja maniobrar, haciendo malabares saco las monedas, el mp3 cambia de tema, es Piazzolla , sí, lo reconozco, pero no se qué de Piazzola. Se me eriza la piel. Raro pienso.
Me subo al colectivo, sigue sonando el tema, saco el boleto, me siento. Como desesperada hurgo en la cartera/ bolso y miro en la pantallita del mp3: Piazzolla Astor, adiós Nonino, tengo los ojos vidriosos y no logro explicarme porque ahora, en este momento, en este día, en el colectivo. Necesito compartirlo con alguien. Miro alrededor, cada uno en su mundo, ¿y si les hablo a todos juntos? No, van a pensar que estoy loca, me va a dar vergüenza y encima en un gesto de autocensura me voy a querer bajar del colectivo. El viaje es largo, además acá encontré un asiento, me reprimo. A mi lado un viejito, se esta por terminar el tema pienso y como siempre me mando:
- Digame una cosa, le hablo en voz alta, no para hacerme notar, intuyo que paso la barrera de los 80 hace un tiempo y temo que si no hablo fuerte y claro no me va a poder prestar atención, voy de nuevo:
- Digame, ¿a usted le gusta Piazzolla?, me mira, silencio, cara rara mezcla de asombro...
- ¿Si me gusta?, yo fui amigo de Piazzola, bah éramos compañeros de orquesta, yo era clarinetista dice en un tono más bajo (hasta de su pasión uno se jubila con los años, pienso), recorrí el mundo con la música.
La conversación fluye y yo le pongo play de nuevo al tema, se lo hago escuchar.
- Es maravilloso, al tipo no lo entendían me dice, a él le importaba poder plasmar el ruido de Buenos Aires en la música, no le importaban las críticas de los tangueros, el amaba Buenos Aires y lo suyo fue revolucionario por eso, hizo sonar de otra manera al tango.
Ahora la conversación pasa a otro plano, los hijos que no fueron ni concertistas, ni bailarinas de ballet, pero que son felices con lo que eligieron, según él.
De golpe nos conocemos de años, hablamos de política, de economía, de la sociedad, de todo lo malo, de todo lo bueno, de los nietos de él, de los recuerdos, más recuerdos. Sonríe y se le amontonan las palabras como desesperadas por salir de su boca todas juntas. Lo escucho atentamente, me divierte y me conmueve.
De repente, deja de hablar, mira a su alrededor como desorientado, se incorpora de a poco:
- Yo me bajo en la otra parada, me dice.
- Un gusto.
-Y siga escuchando a Piazzola.
Baja del colectivo, se acomoda el saco y camina derechito por Las Heras. Lo veo alejarse despacito.

domingo, 4 de noviembre de 2007

Sábado.

Es sábado a la noche y querés volverte a tu casa lo más pronto posible, porque en un rato tenés una fiesta (una despedida de soltera y quedaste en ir), todavía tenés que llegar, bañarte, cambiarte y esas cosas.
Vas pensando una excusa para no ir, una nueva, una que no conozcan tus amigas, una que te dé la posibilidad de improvisar y encima que sea creíble.
No se te ocurre nada, vas camino a la parada y pensás que lo mejor es ir, que ya quedaste en ir, que prometiste dar una mano y que cualquier cosa inventás algo y te volvés, a casa, sola, a meditar con la almohada, como tantos otros sábados.
Estás en eso cuando distraída, por querer ahorrar tiempo, no te fijas y te tomas el colectivo al revés. Todavía no te percataste del hecho y vas escuchando música, tranquila, pensando en cosas, en varias, en las mismas cosas que te torturan una y otra vez, a toda, hora en cualquier hueco del día, en cualquier espacio vacío del tiempo, de tu tiempo, que se predispone a merced de tus pensamientos, tan inertes tan vacíos y tan intensos.
Pasa un buen rato, mirás por la ventana y el paisaje nada tiene que ver con lo conocido, es más, te resultan extraños esos personajes que ves caminando por la calle, parecen salidos de un cuento de Cucurto, pensás. Te causa gracia la ocurrencia. El colectivo dobla y sale de una de las calles laterales por las que iba para dejarte en el medio de plaza Constitución.
Recién ahí te das cuenta, de que falta mucho más de lo que creías para volver a casa.
Te quedas parada un rato, sacás el teléfono de la cartera, estas por llamar a tu amiga para decirle que no, que no vas a ir, porque es tarde, porque estas de mal humor, por tu error y que además vos desde el principio no querías ir, todo eso le vas a decir, con rigor y sin pausa y vas a aflojar un poco la voz para terminar con un: - así que mejor ...
Alguien te toca el hombro, distraída, de nuevo te das vuelta para atender y sentís que te manotean el teléfono.
Para cuando reaccionás el chico que te robó esta a unas cuadras.
Te quedas muda unos segundos, inmóvil de la impotencia.
Y te quedas ahí, y esperás y dejas pasar el tiempo, parada, quieta, como hechizada.
Y todavía estas ahí y pensás que es lo mejor y que a lo mejor este sin sentido te salva, te salva a vos de vos misma y de tus pensamientos.
Es un alivio, aunque sea sábado a la noche y estés sola en el medio de plaza Constitución.

viernes, 2 de noviembre de 2007

Tristeza

Cuando me pongo triste me da frío, me corre un viento helado por todo el cuerpo que me sube por los pies, me recorre las piernas, el torso y desemboca en los brazos, para instalarse en la garganta, y ahí se queda calladito, tranquilo sin moverse. Siento que me ahogo que no voy a poder emitir palabra, nunca más. Me paraliza la idea de solo pensarlo, entonces yo también acompaño y me quedo calladita, quieta sin moverme. Después me recuesto sobre la cama desordenada y pienso un rato. Se me vienen todas la ideas juntas y no logro entender que me quiero decir, me tranquilizo y los pensamientos me vienen como imágenes, empiezo a ver todo más claro. Ahí me doy cuenta porque estoy triste, entonces mágicamente como si mi cuerpo procesara las imágenes que vienen a mi cabeza, se me empiezan a caer las lagrimas, cada vez más rápido, cada vez más grandes. Llanto desconsolado. Congoja interminable. Estoy triste y soy yo y mi tristeza. El mundo se reduce a mi habitación, mi cama, las sábanas que me tapan y mi tristeza. Me quedo un buen rato hasta que la fuerza de la tristeza empieza a soltarme y despacio me libero, fuerte dolor de cabeza, cansancio, estoy agotada, apenas junto fuerza para acurrucarme entre las sábanas y abrazarme a la almohada. Me pongo de costado y pienso que estoy abrazando a alguien, alguien que no va a venir, alguien que se fue o tal vez alguien que nunca estuvo, pero no me importa, porque para mí en ese momento estas conmigo y te estoy abrazando y me abrazas y el cuerpo se me afloja y el calor comienza a contrarrestar el frío y me vuelvo tibia y dulce. Cierro los ojos y me aferro fuerte a vos, hasta entregarme por completo, hasta quedarme dormida.

jueves, 1 de noviembre de 2007

Se acabó el amor.

A veces cuando las cosas son tan claras, sobran las palabras.
Película memorable: "Closer", se nota que es una obra de teatro llevada al cine y el texto es por momentos sublime.
Casi sobre el final, cuando la suerte parece estar más que echada y resuelta. Natalie Portman y Jude Law en la habitación de un hotel. Los dos tirados en la cama. Ella, la completa felicidad, hablan, él que le dice que la corresponde, que parece que quisiera decírselo con todo el cuerpo, pero no, algo no anda bien. Se levanta, va hacia la ventana, abre las cortinas de par en par, se queda un rato y sale de la habitación. Mientras estaba en la habitación, ¿pensaba en ella?, ¿pensaba en él y su destino?, ¿es éste el destino que elige para él? No está seguro de nada, camina con su piloto por el pasillo, va a tomar el ascensor, se mira en el espejo, se reconoce, se repudia con la mirada, ¿se odiará por lo que le está haciendo?, ¿tanto miedo tiene a quedarse solo?, ¿y quedarse sin ella no es también quedarse solo?. Se cierra la puerta del ascensor. Vuelve, como llamado. Abre la puerta, se acerca a la cama y le extiende de su mano una rosa a ella, que no es ella, sino más bien otra. Y ella que sabe muy bien que no es ella, porque se da cuenta en ese preciso instante y nada más a tiempo ni nada más justo que la verdad. Entonces ella, que ahora esta plenamente segura que no es ella, le dice:
Natalie Portman: - I do´nt love any more.
Jude Law: - Since when?
NP: - Now, just now.
NP: - I do´nt want to lie. Here is the true, is over.
JL: - Is doesn´t matter. I love you. Nothing matters.
NP: - Too late.
NP: - I don´t love you any more. Good bye. Here is the true, so now you can hate me.

A veces me gustaría quedarme sin palabras, darme cuenta y quedarme sin palabras para explicártelo, para decírtelo y guardármelo, atesorar el momento, ponerme en marcha y seguir caminando.

viernes, 26 de octubre de 2007

I¨m Back!

Chiquitos: Una semana sin internet, ¡que barbaridad¡, bueno en realidad no era SIN nada de nada, al parecer mi modem discriminaba por alguna razón , que todavía desconozco, a hotmail y a gmail, el resto andaba, medio lento y a las patadas, pero andaba.
Sumun del desquicio I
Dos días atrás, después de haber hablado con unos cuantos amigos del servicio de atención al cliente, que dicho sea de paso lo último que hacen es atender al cliente, la respuesta era sencilla:
- Señora, así me decían, (encima de todo, eso también tuve que soportar) el modem no esta averiado, esta funcionando con errores, por lo cual no se puede cambiar por otro, para poder hacer eso, el moden debe estar roto.
- ¿Y si lo golpeo o lo hago impactar con toda mi fuerza contra el suelo?, silencio.
- Mire no es que yo no entienda su reclamo, pero lamentablemente el procedimiento es así y la solución que le ofrezco es pagar una diferencia y comprar uno de mejor calidad.
- Yo también te estoy ofreciendo una solución de raíz, lo hago mierda contra el suelo y todos contentos, ¿si? ¿que te parece?. Otra vez silencio. Luego tuuuuuu, tuuuuuuu, algo me dice que me cortó.

Pero como todas las historias de estafa en manos de multinacionales, hecha la ley...
Conseguí un minúsculo archivo (era tan pequeño que lo guardé en un disquete, una antiguedad) con otro 3 minúsculos archivos dentro, puse instalar, reinicié y cual pócima mágica, todo volvió a la normalidad
Gracias a Dios, los santos de turno y en especial a todos aquellos foros que abogan en favor de causas perdidas. Esperando que Dios los tenga en su santa gloria y que nunca, pero nunca nadie los saque de la web. Chicos están en mis oraciones sépanlo!

jueves, 11 de octubre de 2007

AUTOBOMBO


No hay nada que me da más verguenza que la falsa modestia, odio a las personas dobles, ellas más su ego que siempre llevan a todas partes. Pero en este caso me importa un rabanito, éste es mi autobombo!!!

Toy muy orgullosa!!!

Ayer fue mi cumple y mis alumnitos me hicieron "una fiesta sorpresa" Morí de amor. No tengo más que palabras de agradecimiento.

A continuación les repongo el mail que les envié en agradecimiento.

Aplausos para mí jajaja

Como dicen ustedes: ¿qué decirles? Por lo pronto la verdad, me emocionaron mucho!, si bien hace 4 años que estoy en el cole es la primera vez que me pasa algo así. Yo soy la misma siempre y si notan que para mí son especiales, es cierto, pero es mérito de ustedes. Las cosas se construyen de a dos. Y si les exijo más o les mezquino la nota, es porque sé que pueden y sé que tienen con que. Y yo no los trato mejor que otros profesores, los trato como se merecen!
Hoy me llenaron de cariño y de orgullo!
Los abrazo un montón!
Marina
PD) POR FAVOR MANDEN LAS FOTOS ASI EMPAPELO MI CUARTO jajaja

PD 2) Hagan extensivo esta mail al resto del curso y nos vemos el miércoles!

domingo, 7 de octubre de 2007

Diálogos.

Nachosss™ - dice: Cómo estas?
Mafaldita dice: Bien ya sé que quiero
Mafaldita dice: Quiero escribir y hacer de éste un mundo mejor! jajaja
Mafaldita dice: Muy romántico te parece?
Nachosss™ - dice: Y si..., a todos nos pasa.
Mafaldita dice: y que nos pasa después de eso?
Nachosss™ - dice: nada
Nachosss™ - dice: te das cuenta ke es al pedo pensar
Nachosss™ - ke solo tenes ke actuar
Mafaldita dice: Ah, pero entonces sí, hay que hacerlo de todas formas, eso pensás?, quién es más romántico?
Nachosss™ - dice: seh, no sé, puede ser...
Mafaldita dice: Yo tampoco sé, ufa!

martes, 2 de octubre de 2007

Demagogia es poco.

Cada vez leo menos, antes pasaba horas mirando y hurgando de forma detallada en los principales diarios. Ahora sólo me divierto. ¿Quieren reírse conmigo? Lean por favor la editorial del domingo pasado de Perfil y la nota del hijito de Fontevecchia chorrean melodrama. Además, señor: yo que usted en vez de publicar una nota de hoja completa de mi hijo, si es que esta tan preocupado como parece estarlo por la pauta oficial, le vendo ese espacio al verdulero de la esquina. No le digo que le van a dar la misma guita que la que ponen en página/12, pero al menos lo cambiamos por un cajón de verduras, !con lo cara que esta! Pa mi que es negocio.
Cordiales saludos, de alguien que le gustaría leer periodismo.

lunes, 1 de octubre de 2007

Envidia

Envidio profundamente a todo aquel que las cosas le salen a pedir de boca sin mover un dedo, mientras que yo arrastro un cansancio como consuelo de mis pequeños logros y mis grandes fracasos.
Envidio a las mujeres que se angustian y se les cierra el estómago y no encuentran, como yo, en la comida el único consuelo posible, a las que tienen mil años y parecen de 15, a las que tienen todo en su lugar a pesar de la celulitis, las estrías y los embarazos, a las que siempre caen bien en la primera impresión, a las que se pueden poner una palangana en la cabeza y les queda divino, a las que seducen sin darse cuenta y a las que provocan en los hombres miradas fulminantes con solo pasar ante ellos.
Envidio a todos aquellos que creen en algo y siguen firmes con sus convicciones hasta las últimas consecuencias.
A los eternos optimistas que piensan que lo mejor esta por venir, me encantaría preguntarles de que revista de moda se escaparon para sostener tales afirmaciones.
Obviamente, demás esta decir, envidio a todo aquel que le va mejor que a mí, a los que hacen manualidades con el papel higiénico y les queda espléndido a los que siempre tienen suerte, a los que encuentran ofertas increíbles y a los que son felices con poco y se preocupan por nada. A los que simplemente viven, a los que piensan y no se queman la cabeza en el intento, a los que tienen talento y sobre todo a los que se les ocurren ideas revolucionarias que yo apenas puedo comprender después de mucho esfuerzo.
Ni hablar de los que son tan lindos que parecen que los dioses se hubieran puesto de acuerdo así que no sólo son lindos, sino también inteligentes, agraciados, finos y encima modestos, es más, no los envidio, los odio.
Envidio a los que conocen a una persona hace dos meses y ya juran y perjuran que es el amor de su vida, lo mejor que les paso y el futuro/ a padre o madre de sus hijos. Uno de mis mejores amigos es así, con lo cual a esta altura su futuro hijo tiene al menos 7 u 8 madres posibles aproximadamente.
No quiero dejar afuera de mi envidia a los que están en el lugar indicado en el momento preciso para que la suerte llegue a ellos y las oportunidades se amontonen frente a sus narices como pidiendo por favor ser aceptadas. A los que caen siempre parados. A los que no se quejan, a los que están siempre con una sonrisa, una palabra de aliento y tienen una frase hecha para cada ocasión, a los que se cayeron y no esperaron que nadie los venga a buscar y siguen poniendo la otra mejilla, a los que creen a pesar de y especialmente a los que vuelven a intentar, los que son fuertes a pesar de su propia debilidad.
Envidio todo aquello de lo que carezco, es más quizás todo esto venga a cuento de que mi balanza se inclina cada vez más para el lado de lo que debo y lo que me falta, y solo algunas veces me devuelve un balance positivo, un mimo para seguir adelante.
Voy por la vida como el conejo con la zanahoria. Me agobia pensar que todo es un pesar y me gustaría contagiarme de todo aquello que envidio.
Entonces me levanto a la mañana y le vuelvo a creer a Serrat, y le doy de baja momentáneamente a Sabina. Me miro y por primera vez en mucho tiempo, como para no desentonar con mi optimismo matutino el espejo me devuelve otra imagen, otra yo, una a la que las polleras le quedan lindas los aros le combinan y la sombra resalta sus ojos, esos ojos que a veces le gustaría que fueran más grandes, más expresivos, pero que hoy están bien. Y es ahí donde las cosas parecen encajar y todo tiene sentido, aunque hoy de nuevo no me mires, ni me hables, ni me sonrías y una vez más tenga la certeza de que soy víctima de mi propia historia, la princesa del cuento infinito
.

sábado, 29 de septiembre de 2007

Dicho sea de paso...

Seamos honestos, la primavera no es la estación del amor, es el residuo de la promesa rota del invierno, la primavera es un cúmulo de esperanza que teníamos guardada en una cajita para que no se oxide y que mejor que los días de sol para salir a gastarla, que mejor que los días de calor para pensar que algunas cosas son posibles, la primavera es la estación que esta muerta de sed de los besos y caricias que el invierno no pudo saciar, sólo eso.

miércoles, 26 de septiembre de 2007

Postales

De un tiempo a esta parte, cada vez creo menos. Tenía una listita de cosas en las que creía, que me motivaban, pero poco a poco, fueron desapareciendo. La lista de las cosas en las que no creo se parece bastante a la guía telefónica. Por lo tanto, vaya un ejemplo de lo poco en lo que todavía creo: el arte. Para ilustrarlo les mando algunas de las fotos de un amigo, él insiste en que sólo toma fotos de cosas que ve, nada más.
Karl: ojalá yo tuviera tu ojo para apuntarle a la lente!






sábado, 22 de septiembre de 2007

Temporada de besos

Y que tal les fue ayer, se cubrieron de flores, comieron rico?, salieron, vieron amigos?, bueno eso hice yo, por eso no hubo post. No, no me estoy justificando, acá entre nos, deje el temita de las flores, me aburre, porque saben que? la primavera es temporada de besos. Se pasa el frío y la gente sale de sus casas en busca de besos: nuevos a estrenar, con poco uso, con casi nada de roce, fogosos, apasionados, tímidos, justos, apretados, generosos y dulces. Me encantan los besos. Así que les deseo a ustedes una gran temporada de besos.
Y si por ahora la suerte no los acompaña y andan medio escasos de besos, no se desanimen y hagan como yo "que cuento con las alas del mar si no encuentro un ser humano que me pase a buscar."
!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!Feliz Primavera amiguitos!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

lunes, 17 de septiembre de 2007

Y acá estoy yo, sentada al borde de la cama, como preparándome para una ceremonia inexistente, leyéndote, adivinando tus gestos, tu calor y mirándote a los ojos porque éste es mi regalo y ya sé que me van a decir tus palabras, así que prefiero mirarlos a ellos, celestes con un anillo marrón, imperturbables, amplios y profundos.
Tengo una decena de cuentos para leerte y un sin fin de historias para contarte, si con eso alcanzara..., pagaría con silencio si con eso alcanzara, pero no. No se, si como en el texto "hubiera sido capaz de romperte la memoria a balazos para que no recordaras nada de ninguna otra", pero en su momento, juro que hubiera luchado con todas mis fuerzas para torcer, aunque sea un poquito, al destino a mi favor.
A veces pienso que nos tiene un poco de envidia.
¿Sabes una cosa?
Me cago en el destino.

martes, 11 de septiembre de 2007

Don’t look back in anger.

So I'll start a revolution from my bed.
Siempre que escucho este tema me pregunto: ¿cómo será empezar la revolución desde mi cama?, ¿qué es?, ¿cómo la llevo a cabo?
Enfrento a la almohada y le digo que no va más, que no la quiero escuchar, que a partir de ahora la que decide soy yo, que hemos quedado mano a mano como en el tango, que gracias por los servicios prestados y que si te he visto no me acuerdo. Sigo con las sábanas, les digo que desalojo a los fantasmas que habitan en ellas soñando con el calor de manos inexistentes, les quito la ilusión de cuajo, las convenzo de que es lo mejor y que en primavera nadie se muere de frío, pero que de todas maneras siempre dejo una frazada extra por las dudas, por los recuerdos, fríos como una tarde de lluvia en pleno invierno.
¿Qué es empezar la revolución desde mi cama, cambiar el acolchado mudar el colchón, no dar más explicaciones, usarla sólo para dormir?¿Pensarme sólo como en devenir y dejar que las cosas acontezcan y contemplar como espectador sin mi bendita obsesión de anticiparme a todo?
Afuera llueve más de lo que el servicio meteorológico hubiese imaginado, la suerte no me acompaña, estos planteos son dignos en un día de sol, así que mientras mastico la idea en mi cabeza, me voy a hacer compañía, voy a subir el volumen, me voy a olvidar de todo y en principio sólo... en principio sólo eso y ya es bastante, al menos por hoy.

viernes, 7 de septiembre de 2007

Señores Teleperformance.

La impunidad se paga y a ustedes muchachos les va llegando la hora.
Todo es cuestión de tiempo.
¿A que no adivinan quién los estuvo espiando y en sus propias narices?
Sí sí, albergaron al enemigo, ¿es que acaso a Recursos Humanos se le pasó tamaño detalle?
Un desliz lo tiene cualquiera. No pasa nada, ¿o no que no pasa nada?
Yo no estaría tan segura.
Pero no los distraigo más, por favor dense una vueltita por aca
Aunque un paseíto por acá tampoco les vendría nada mal:
¡Cordiales saludos!

martes, 4 de septiembre de 2007

La espera


Son las 7 y media pasada, demasiado temprano para mí, que ayer me quedé hasta cualquier hora mirando una película, y ahora no logro despabilarme. Mi madre me recuerda que nunca me pide nada, que por una vez que me pide de acompañarla...
Me levanto de mala gana y le pongo las gotitas. Debe tener dilatada la pupila y cada 15 minutos se repite la ceremonia: ella dice que abre los ojos, en realidad apenas traza una línea divisoria con sus dedos entre ambos párpados. Acto seguido trato sin éxito de sumergir una gota dentro del ojo, no hay caso.

-¡Te dije que no puede tocar la pestaña porque es estéril, pero parece que lo hicieras a propósito!, no le digo nada, le acaricio despacio la cabeza y le digo que fue mi error, pero que esta vez va a ser diferente, me esfuerzo e introduzco una minúscula gota sin siquiera rozar los párpados. Se pone contenta, me dice que el pantalón que tengo puesto me queda muy lindo y que se nota que estoy más delgada. Le estoy a punto de decir que no puede verme porque tiene la pupila dilatada y a esta altura esta casi del tamaño del blanco del ojo, pero me callo, arruinaría el momento, acaba de tener un gesto generoso, para que estropearlo me digo. Caminamos hacia el colectivo. Ahora reclama que no hay monedas, que siempre lo mismo, que si ella no se ocupa, nadie hace nada. Consigo las benditas monedas, subimos al colectivo. Llegamos al consultorio, un cuadrado de un ambiente que simula ser una sala de espera. El lugar esta atestado de gente. Unos a otros se miran con desgano esperando que alguien deje disponible alguno de los siete asientos por ahora ocupados.
- Y... va a tener que esperar un ratito, dice la secretaria, toda esta gente está para el mismo estudio señora. Mi madre frunce el ceño.
- Escuche señorita, a mí me citaron a una hora y acá estoy, yo no llegué dos horas más tarde. ¿Cómo puede ser, acaso mi tiempo no vale?
Pasaron dos horas, ya me leí de atrás para adelante y de adelante para atrás la revista que llevaba y todas las que había en la mesita ratona del consultorio. Ahora me esfuerzo por encontrarle algún atractivo a las pinturas de la pared. Mi madre conversa con el resto de los que como ella no les quedó más remedio que esperar. Esta distendida. Parece otra. Es otra. No reconozco a esa mujer que no tiene el ceño fruncido, que habla pausado, midiendo cada una de las palabras, que es amable. Un señor se descompuso porque le bajo la presión y ella se ofrece a traerle un vaso de agua. No se preocupe le dice, acá mi hija tiene un caramelo dulce, tome, eso le va a hacer bien. Agarra la última revista que hojeé hace unos instantes y lo abanica. El hombre se siente mejor y le agradece. Finalmente dicen nuestro apellido, me alivio, ya falta poco. 10, 15, 20, media hora después se abre la puerta, me preparo para recuperar apenas destellos de la mujer que entró, dolorida me dice: no me encontraban la vena y no me podían sacar las fotos de los ojos, hurgo en su cartera y trato, lo mas rápido posible de encontrar su pañuelo, se larga a llorar. Me abraza me pide perdón por la demora, por todo, caminamos hasta la parada, ella aferrada a mi brazo, las dos sin decir nada.
El estudio se repite por la tarde, decido que la voy a volver acompañar, quizás otra vez en la sala de espera encuentre a esa mujer, la que es amable, la de la sonrisa amplia, la que cocina de mil maravillas con casi nada, la que me hacía los vestiditos más lindos del mundo, esa a la que algunos le dicen que me parezco y mucho.

jueves, 30 de agosto de 2007

Deseos de cosas (im) posibles.



Que deje de tararear tangos y finalmente le de una chance al bolero.
Que el servicio meteorológico, le pegue y que no tenga que putear en la parada del colectivo, muerta de frío, desabrigada, porque se suponía que iba a hacer 17 grados.
Que buscar, siempre termine en encontrar.
Que Juanito ladre menos y que no se muera nunca.
Que la sensación de limbo, en la que a veces vivo, sea sólo eso y que la transición abra caminos certeros.
Que me guste alguien, mucho, que consiga mi teléfono, que me invite a salir y que me recuerde como era eso de las cosquillas en la panza.
Que pueda cerrar la boca y hablar más lento.
Que ser honesta no signifique ser pelotuda.
Que no me mientan.
Que la verdad no duela tanto.
Que los domingos no sea tan largos y que siempre encuentre refugio para ir a tomar la leche.
Que no me cueste nada reírme.
Que mis alumnos sepan de antemano que cuando hablo de Walsh, es de Rodolfo y no de María Elena.
Que algún día sienta que puedo escribir, que lo hago bien y sino estar dichosa y pensar que sí, que es malo, pero que es mío.
Que no sea tan difícil llegar a fin de mes, que pueda ahorrar para algún día tener una casa, eso estaría muy bien.
Que no me de por vencida, que no deje de buscar y que nunca deje de abrir la boca y al que no le guste que no escuche.
Y por favor deseo que alguien por fin se de cuenta, cambie el recorrido y que finalmente el 130 vaya a todas partes.

martes, 28 de agosto de 2007

Info de taller.


Muy recomendable, asi que al que le interese ya sabe...

lunes, 27 de agosto de 2007

Sólo apto para lectores cachondos.


En Celo es un libro que habla de sexo. Una muy buena propuesta para noches de profundo insomnio.
No es la primera vez que la literatura Argentina arma una antología teniendo como eje el cuento erótico, La venus de papel, es un antecedente muy recomendable, a cargo de Mempo Giardinelli y Graciela Gliemmo en la edición y selección de relatos.

La novedad de esta nueva antología es que, su editor, Diego Grillo Trubba citó de antemano a los autores, los cuales se prepararon para la ocasión, se bañaron, se perfumaron, llegaron puntualmente y cada uno recibió una carta, ¿el contenido?, el tema sobre el que debían hablar en cada relato a saber: voyeurismo, zoofilia, masoquismo, homosexualidad, travestimo, sexo oral, swingers, ménage á trois y otras prácticas.
Otro dato novedoso, la mayoría de sus autores no provienen exclusivamente de la literatura, es la llamada nueva generación (que no esta enmarcada sólo de ámbito de las letras, sino que atraviesa otros campos como el del Periodismo o el de las Ciencias Sociales), de jóvenes que promedian los 30 años. Entre los nombres más conocidos tenemos a: Mariana Enriquez, Pedro Mairal, Oliverio Coelho, Maximiliano Tomas, Washington Cucurto, Juan Terranova, Florencia Abbate y la lista sigue.
En Celo salió en julio y se puede adquirir en cualquier librería amiga. Y si éste les gustó, no se depriman que la editorial promete más antologías (de hecho su editor adelantó una próxima entrega sobre casos policiales) solo habrá que saber esperar.

sábado, 25 de agosto de 2007

¡Feliz Cumple!


Libro: Conjunto de muchas hojas de papel u otro material semejante, que encuadernadas forman un volumen.

Según el diccionario de la real academia española, un libro es eso. Y libros es lo que produce desde hace 40 años Ediciones de la Flor, cuando lanzaron sus primeros títulos, compuestos en linotipia e impresos con sellos de plomo fundido.

La primera vez que deseé tener mucha, pero mucha plata, fue en un supermercado, una tarde de verano sentada en una de las góndolas de la sección libros.

Yo había diseñado una estrategia infalible. Acompañaba puntualmente cada semana al supermercado a mis padres sin chistar, logrando hacerles creer que era obediente y sobre todo asegurándoles que iba a mantener la boca cerrada un buen rato. Apenas cruzada la entrada, me prestaba a la más noble de todas las tareas que puede haber en el mundo para una nena de 8 años: buscar y acomodar en el changuito toda la mercadería. Eso me llevaba aproximadamente media hora, una vez que me aseguraba que mi área, la de latas y conservas había sido cubierta satisfactoriamente, decía: me voy a dar una vuelta, por las góndolas de adelante, después me buscan ahí, ¿dale? y huía despavorida antes de que pudieran contestarme.

Me quedaba más de una hora para mi actividad semanal preferida, leer los libritos de Mafalda. También encontré en esas góndolas otros autores, como Elsa Borneman, Emma Wolf, Poldy Bird, Alvaro Yunque, Beatriz Ferro, Horacio Quiroga y continúa la lista de hits de lectura pre-adolescente. Pero mi mayor atención la concentraban las tiras de Mafalda, ahorraba cada moneda, cada vuelto, cada regalo que me hacían soltando la tan esperada frase de: tomá, es para que te compres lo que quieras. Con un poco de ayuda de mis padres en pocos meses conseguí hacerme la colección completa. Al tiempo salió 10 años con Mafalda, pero no me preocupaba, me gustaba atesorar los libritos, tenerlos por separado y elegir uno distinto cada noche, antes de irme a dormir o para las tardes, en las que aburrida de maltratar a mi hermana, me sentaba en el umbral de la puerta de casa a leer.

Pero la desgracia no tardó en golpearme. En 1994, sale: Toda Mafalda. Apenas la vi en la góndola me acerque a mirar el precio $50, un despropósito para mi escaso presupuesto. Me largué a llorar desconsoladamente. Pero hijita, si vos ya tenés los libritos de Mafalda, para que querés más, no ves que es lo mismo. No llores, me consolaba mi madre. Nunca antes había deseado tanto poder tener plata. No podía dejar de pensar en cuántas cuotas de mensualidad significaban, en cuanto iba a tener que ahorrar y postergar. Después con el tiempo algo me hizo desistir. A una de mis amigas del colegio se lo habían regalado para el cumpleaños y ella, que para mí no se lo merecía, porque nunca había leído ni una misera tira, hizo lo que hacíamos todos, se empezó a llevar el tremendo libro a la cama todas las noche antes de dormir. Resultado, en menos de un mes estaba todo destartalado, porque la pobre no pasaba de las tres hojas, se quedaba dormida y el libro amanecía en el suelo todo maltrecho, desencuadernándose poco a poco. A mí me va a pasar lo mismo pensé, porque si me lo quiero llevar a la cama se puede romper y la sola idea de lastimar, a lo que hoy por hoy sigue siendo la biblia me daba escalofríos. Asi que ese mismo día abandoné la idea de postergar al infinito las golosinas y las figuritas de Rainbow Brite.

Todavía, hoy pienso que tal vez algún día cuando tenga más espacio, voy a comprar una repisita con una suerte de atril para poder darle el lugar de privilegio que se merece.

Intuyo que historias como éstas se deben haber tejido en cada uno de los chicos que como yo estamos cruzando la década de los veinte, por lo tanto, no es una muestra sobre los 40 años de la editorial, lo que van a ver. Van a ser testigos de la historia de todos los escritores y humoristas que tanto nos hicieron y nos hacen pensar y reír.

La inauguración fue el pasado jueves 23 de agosto, teniendo como anfitriones a sus padres fundadores: Daniel Divinsky y su esposa Kuki Miler.
La misma permanecerá abierta hasta el domingo 23 de septiembre en la sala 13 del Centro Cultural Recoleta.