viernes, 30 de abril de 2010

Calor y color.

Antes de ayer fue uno de esos días en que me acordé tanto, pero tanto de mis épocas de estudiante que me dio ternura. Era el segundo cuatrimestre de 2004, pleno proceso de transición ex Amato-boys, Rocco Cuzzi. Previa averiguación, data entre compañeros de la facu,"cursá con Zibell que la tiene re- clara y además es un maestro, enseña" me anoté en su comisión. Al principio no daba pie con bola, los ejercicios más simples como construir una cabeza informativa con un cable me llevaban toda la clase. Pero aprendí a respetar y a comprometerme con lo que escribía. Un día a un trabajo que le entregué, una crónica creo, le puso, "falta calor y color", que estaba muy bien escrita pero que faltaba sangre. Fue una puñalada, como me podía decir una cosa así, a mí, la reina del tango.
Ayer cuando entregué esta nota, le escribí en el mail a la editora, "le agregué calor y color a las escenas".
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Como verá Zibell, tarde, pero seguro.
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martes, 20 de abril de 2010

Fallin.

Creo que me volví a enamorar. Tengo esa sensación en el cuerpo como cuando estas incubando gripe y sentís el cuerpo mucho más sensible y pesado. Es el estado ese antes de los chuchos, cuando todo parece entrar en stand by y el tiempo pasa lento y todo te cuesta más.
Así estoy, durmiendo poco y mal, colgándome de a ratos y yendo y volviendo de la cocina al comedor porque me olvido las cosas. Sonriendo como una estúpida cada vez que me mando alguna, como hoy que fui al super porque no tenía leche y me moría muerta por tomar un café con leche y cuando abrí el sachet me di cuenta que era yoghurt de vainilla.

domingo, 18 de abril de 2010

*Adelanto. Matrimonio si/no.

Los seres humanos somos animalitos de formas, no hay con que darle. Hace algunos años tuve un profesor en la facultad al que adoraba. Era docente de un seminario que ahondaba en cuestiones de la filosofía fenomenológica y disquisiciones diversas acerca del lenguaje y del diseño. Un verdadero bodoque al cual podías usar de somnífero si nadie te incentivaba en la lectura. Pero él hizo que se volviera estimulante. No eran los chistes fáciles como corner al ángulo para meter un gol, ni las frases con doble sentido. Eran las comparaciones con el amor y los ejemplos de relaciones de pareja que usaba lo que hacia que su clase se volviera irresistible a las diez de la noche después de una intensa jornada laboral.
Por aquellos días nos contó que se casaba. Era muy abierto, hacía caso omiso los absurdos límites que suelen usar los docentes en nombre de la relación: alumno/profesor como escudo para inmolarse. Nos hizo partícipes, cada vez que la ocasión lo ameritaba, de su vida. Relató porque fue que con cuarenta y largos, un hijo de nuestra edad y sin haber pasado por las primeras nupcias decidía dar el sí con cura, smoking y anillos. Ella, la afortunada tenia casi veinte años menos y una ilusión que se reflejaba en el rostro de él cada vez que contaba con que devoción ella se ocupaba de cada detalle del gran acontecimiento.
Recuerdo que usaba, a modo de ejemplo, para establecer analogía con la disciplna proyectual que es el diseño, una frase que yo cuelo cada vez que puedo en conversaciones, como una suerte de obsequio, un secreto revelado que compartimos los alumnos de su clase con alguien seleccionado: "La verdad rompe con la forma, y el amor no cabe en una estructura" por eso, y ustedes les hablo muchachos", les decía remarcando con el dedo índice a los varones, "cada vez que la chica con la que estén al lado les pregunte y repregunte apelando al "decime la verdad", si realmente les importa la chica y esa verdad no es muy conveniente, no se la digan, háganme caso, conserven la forma por ellas". Después de eso se hizo un silencio y un oportuno, porque siempre hay uno, le preguntó entonces por qué aceptaba casarse, si no hay forma más prefabricada, más disfrazada de verdad que el matrimonio. "Porque la adoro, pero con el amor no alcanza. Ella cree que la verdad está en dar el sí, que eso lo que realmente compromete a dos personas. Nada más lejos de la verdad, pero por amor le sostengo la creencia y que dure lo que dure"
Después de la cursada y de rendir el final le perdí el rastro, era una de las últimas materias y a esa altura de la carrera entras en esa etapa de ansiedad en la que queres estar lo más lejos posible de la vida universitaria y soñás despierto con el día en que das el último examen y te llenan de huevos que nunca jamás saldrán de la ropa ni del pelo.
Hace unas semanas volví a la facultad por motivos que no vienen al caso y me lo crucé en uno de los pasillos. Esperé que terminara su clase y nos fuimos a tomar un café y en medio de la charla le confesé que cuando lo había saludado noté la alianza y en broma le dije que al final había resultado eso de "conservar las formas". "No te creas me dijo, yo sé, después de haberla visto enamorada y de verla ahora, que ella ya no siente lo mismo. Pero, honestamente, cuando me miro la mano y veo el anillo pienso que a lo mejor, si me aferro a ese pedacito de metal cilíndrico tal vez la forma se apiade de mí y la verdad no salga a la luz. Como la magia, ¿viste?, si no la ves, sucede.
En ese momento no se me ocurrió ningún chiste ni nada para agregar, salí como pude del paso pero en nuestra despedida resbalé y cuando nos saludábamos le dije, de forma torpe e involuntaria, casi como en piloto automático, "me alegro de que estés bien".


*Adelanto de la nueva entrega de LMDMV. Texto inédito, léase nunca saldrá de acá.

Avisos parroquiales o nueva sección.

Justicia por mano propia.
Durante años leí, amé y admiré en silencio a LMDM. Como es de conocimiento público al menos en este blog, postié mil veces novedades de mi amor-revista. Mandé sumarios, cuentos e ideas para colaboraciones que siempre fueron contestados de manera amable, "por ahora no, en este momento no tenemos espacio disponible, no va a faltar oportunidad" pero nunca correspondidos y en el peor de los casos por auto censura nunca salieron de la bandeja de borrador del mail.
Pero basta.
De ahora en más haré justicia por mano propia, "si no te publican, postiás en tu blog" reza la biblia nueva de los periodistas ignotos con más ganas que talento. Y la verdad, entre nos, si hay algo que me sobra es ganas,asi que LMDMV, allá vamos.

sábado, 17 de abril de 2010

MDQ




Quiero viajar. Me quiero ir ahora que nadie se va a Mar del plata por ejemplo, es sin lugar a dudas mi lugar en el mundo cuando no hay gente. Odio la gente toda junta en mar del Plata. Pero fuera del amontonamiento veraniego es la ciudad más hermosa. En invierno ponele tiene esa cosa melancólica, gris, con el mar a dos pasos que hace que me muera de amor. Arquitectónicamente me parece bella, me conozco de memoria el centro, sé dodne buscar las cosas que me gustan y en que cafecito leer ese libro nuevo. Caminar por Rivadavia hacia Colón sintiendo el olor a mar, el viento cada vez más intenso, más salado y al final toda esa agua brava, irreverente, haciendo remolinos de sal. Sola, acompañada por los lobos de mar que desde su quietud me guiñan un ojo para que me acerque y en vez de foto les haga compañía.

martes, 6 de abril de 2010

Fragmentos de un hombre.

I
Lo enojaba mucho soñar y no acordarse de nada. Le costaba mucho dormir y el milagro de soñar por fin, algo, la entusiasmaba. Lloraba desconsoladamente en su cama cuando al tratar de recodar no venía a él ni una sola imagen. Ni un solo atisbo de recuerdo.
II
“Las mejores historias no son las que tienen final feliz, sino las que te disparan a otros universos posibles”. Lo decía porque carecía de presente, su vida había quedado en el pasado y cuando su memoria no le permitía evocar recuerdos, leía para marearse, para no darse cuenta.
IV
Lo aburría profundamente su trabajo, por eso había resuelto realizar una huelga inútil, sin sentido, sin que nadie se diera cuenta. Se pasaba todo el día contando los mosaicos que empezaban en su box y terminaban donde llegaba su campo visual. Sólo paraba de contar para ir a almorzar. Lo hacía de forma meticulosa y cuando lo interrumpían para hablarle o pedirle algo, se enojaba y decía: ¡No ves que estoy ocupado!

V
Cuando lo consultaron, no quiso saberlo, hacía tiempo que se negaba a todo por las dudas. Mejor no saber y dejar que los demás decidan por él, aunque eso implicara morirse un poco, cada vez.
VI
Si él hubiera sabido que el menú de esa noche, estaría así de exquisito, hubiera llegado antes, mucho antes de lo previsto, incluso aunque supiera que no iba a tener noticias de ella, nunca más.
VII
“A veces hago trampa, a veces me descubren y a veces que ni yo me la creo, esas veces son las peores”, solía decir.

lunes, 5 de abril de 2010

Bad Romance.

Hay ciertos males que sólo los cura el dulce de leche.
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