sábado, 30 de agosto de 2008

El lenguaje del amor.

Resulta que vuelvo al ruedo después de una considerable cantidad de tiempo, después de años, en que mi única preocupación era estar siempre perfumada y depilada. Y claro, ya nada es lo que era. Me instruyo en las nuevas y cortas formas del amor. Así que para ser más precisos, colectivos y comunitarios, nada mejor que llamar a las cosas por su nombre. He aquí un breve diccionario.
candidato: se da este nombre, generalmente el sexo femenino suele etiquetarlo de esta manera, al espécimen que cubre amplia cantidad de requisitos más que favorables.
ex: persona a la que se suele volver regularmente después de terminada la relación y/o inclusive cuando alguno de los dos miembros da la pareja consigue otro/a.
ficha: dícese de otro que no es muy interesante ni relevante, pero que llegado el caso funciona como back up.
garche: utilidad exclusiva del otro a cambio de sexo, a veces incluye dormir juntos, a veces ni siquiera eso.
muerto: persona a la que se recurre una y otra vez aún teniendo la completa certeza de que no va para ningún lado y que ningún intento podría funcionar.
picar: término con el que se denomina a la víctima que acaba de caer en las redes de alguna perversa estrategia amorosa.
polvo: aquello que une a dos desconocidos una noche cualquiera, puede ser: bueno, regular o malo, según la característica del mismo depende que se repita, que tenga frecuencia y que luego se convierta en un vínculo más estrecho, o tan sólo uno, un único encuentro.
Se me ocurren también, como para enriquecer el asunto, frases célebres pero creo que eso amerita otro apartado.
Una última observación, nadie nunca jamás habla de amor. Lo máximo es querer mucho al otro. No creo que sea por falta de diccionario. ¿Será que las palabras sólo denominan aquello que esta? ¿Qué es lo primero, la palabra o la cosa? La palabra designa la cosa, pero si no hay tal cosa, ¿cómo puedo llamarte, amor?

Ah, también me duplico por acá.

miércoles, 27 de agosto de 2008

Impermeable.
Asi me siento por dentro.
Las balas no me tocan,
la lluvía no me moja
tu voz no me alcanza.
Ni poesía
ni intento de.
Cada vez llega menos
a mí.
Todo tan oscuro
tan chiquito y
amontonado
acá.
Ni un rinconcito libre.
Pocas palabras,
menos argumentos,
silencios
cada vez más nítidos.

domingo, 24 de agosto de 2008

Confesiones de la vida de otra.

I
Estoy en tu barrio, en tu casa, en tu cuarto, en tu cama. Vos estas profundamente dormido, por eso no me sentís, por eso y porque camino en puntas de pie para que no me escuches. Voy hasta el ventanal inmenso que esta delante mio, a unos pasos nomás. Lo abro de par en par, todo el Botánico frente a mí. Si me esfuerzo y agudizo la vista puedo distinguir las palomas de otras aves, me doy cuenta por los colores, hay unos chiquitos que son tan negros y brillantes, como cuervos, no me sale el nombre, hago fuerza para acordarme, nada, te quiero llamar, vos siempre tuviste buena memoria para estas cosas, es una pena que no me acuerde, una pena que no me anime a hablar con vos, pero estas tan dormido me da no se que despertarte. Mejor así, me visto despacito, te miro por última vez y me voy de tu cama, de tu cuarto, de tu casa y de tu barrio. Además seguro que cuando te despiertes te vas a acordar del nombre del pájaro antes que yo, vos siempre fuiste bueno para esas cosas.
II
Voy caminando con el pelo suelto, una cartera que no es mía llena de cosas y el bolso del mercado. No sé de que se trata todo esto, acabo de caer en el sueño y parece que la historia venía de antes. La escena me lleva a mí y ahora estoy subiendo las escaleras, tres pisos, hacia un departamento en Palermo, no sé que Palermo, viste que ahora Palermo es un país y en breve va a haber elecciones para presidente, conviene estar informado.
Me distraje, cambiamos de escena otra vez, ahora estoy cocinando una tarta horrible con tomates cherris y a todo le pongo rúcula, mucha rúcula. Que espanto, ¿rúcula?, ¿en qué me convertí?
Estoy yendo a la habitación, en el medio de la cama un vestidito que alguien, tal vez yo misma, buscó en la tintorería porque tiene hasta la boleta todavía. Es feo pero parece que es de diseñador independiente o algo así, esta nuevo, radiante, inmaculado, igual que la bolsa, la veo desde acá, esta en una silla con un una hebilla que hace juego con los colores del vestido, esta todo tan lindo y perfumado que me da no se que despertarme.
III
Esta va en serio. Soy yo en la compu, ahora, repasando estas líneas, compadeciéndome de mí misma porque es la tercera vez que me engripo y ya pasa de claro a oscuro, porque encima es con placas el asunto, angina que le dicen.
Tengo la plata para irme a Brasil todo pago, all inclusive, pero, como dice mi amiga después del pero viene la verdad. El viaje es un premio-estímulo a mí misma porque me quiero recibir y si lo hago en tiempo y forma (lo vengo planeando hace meses con mi terapeuta) se supone que todo va a ser como en las propagandas de dentífrico: fresco, azul, con besos y un toque de cariño maternal al final, apenas un touch. Por otro lado y acá viene la verdad, con esa misma plata me compraría una notebook para escritura todo-terreno. Mi pc esta por fenecer, es más, temo que suceda en cualquier momento y sin previo aviso. Con lo cual tomé una decisión salomónica. Una moneda de 25 centavos. Si sale cara me voy a Brasil, si sale seca me quedo con la notebook.
La estoy por tirar al aire y mientras tanto pienso: "si sale cara me mato, si sale seca me muero."
Tengo pánico de que salga cara, me da miedo de que salga seca.
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* Se aceptan sugerencias razonables, por favor.
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martes, 19 de agosto de 2008

Me gustaría decir que me fui de viaje, que cambié de laburo, que me volví famosa o que un hombre me hizo una propuesta que no pude rechazar y que me pesa el dedo anular porque la piedra es legítima, pero no, nada de eso, mejor dicho: nada más lejos de mí. Y la verdad es un alivio. No sé que me pasa, se me dio por medir las palabras, por pensarlas, saborearlas y encariñarme tanto al punto de darme pena pronunciarlas y guardármelas.
Algunos le llaman a tales síntomas madurez, a mi me suena a gente que se puso vieja de golpe así que prefiero llamarlo prudencia, me gusta más.
Y el resto como siempre, los sumarios que se apilan en mi cabeza, la teclita del send que la separa un óceano de mi índice, las materias ahí esperando el golpe de gracia de mi voluntad y mis alumnos bien, ellos siempre están bien, es más, la semana pasada me dieron una sorpresa tan linda que cada vez que me acuerdo me pongo toda contenta.
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miércoles, 6 de agosto de 2008

Ritual.

Todos los días lo mismo. Me levanto, enciendo la computadora, pongo la pava para el mate, saco a pasear a Juanito y reviso tu último mail, ese que marco una y otra vez como no leído. Miro la bandeja de entrada: primero los no leídos de verdad y después entre distraída y sorprendida abro el tuyo. Ni una palabra más ni una palabra menos, lo vuelvo a leer buscando un argumento válido, algo más consistente que palabras. Nada.
De esto hoy se cumplen meses, pero no sé cuantos.
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sábado, 2 de agosto de 2008

Si, te quiero, pero sin estridencias.
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