sábado, 29 de diciembre de 2007

Éstas, las fotos, sacadas por ellos.







ph 15
El proyecto empezó hace 7 años cuando Martín Rosenthal sacaba fotos en un comedor de Ciudad Oculta, su trabajo llamó la atención de los chicos que vivían allí y que se acercaban curiosos a preguntar.
Ya de regreso, Rosenthal, que había trabajado en una experiencia similar, con talleres de fotografía para chicos de diferentes comunidades rurales de Sudamérica y motivado por el entusiasmo generado, buscó la manera de armar e implementar talleres de fotografía con un plan de trabajo concreto y a largo plazo.
Así nació pH 15, fotografías por chicos de Ciudad Oculta. Cada uno de ellos recibe al iniciar el curso una cámara plástica que conservará de por vida si completa el ciclo de dos años que propone el programa de la fundación. La coordinación del proyecto esta a cargo de docentes volunatrios dirigidos por Miriam Priotti. Los talleres incluyen a chicos de entre 11 y 25 años, divididos en sub-grupos por edades.
El libro es el resultado del trabajo compartido y de las ganas. La primer edición es del 2005 y contó con una tirada de 2000 ejemplares. Sale $25 y se consigue en varias librerías. Pero de todas maneras si quieren información de los artistas, sus obras y el proyecto de la fundación o cómo conseguir el libro y colaborar pueden pasar por acá.
En medio de tanta vanalidad y de tanta estetización de la pobreza, que es lo que suelen reflejar los medios, sobre aquellos que le son ajenos y encima pobres, es bueno que coexistan este tipo de proyectos. Que empiezan retratando el lugar de pertenencia pero que se extienden a la ciudad y al interior del país.
El punto de partida es Ciudad Oculta, pero visitan museos, recorren la ciudad y viajan al interior recibiendo y aportando en constantes intercambios entre pares y docentes.
PH 15 ya tuvo varias exposiciones en Estados Unidos con gran éxito de convocatoria y repercusión en los medios. Ahora van por más y la fundación planea extender el proyecto con talleres de corta duración en zonas rurales donde los chicos de Ciudad Oculta se desempeñarán como docentes.
El libro es sólo la materialización de un trabajo continuo que no cesa y que rinde frutos, el libro es un medio para difundir y estimular a estos fotógrafos, a los que probablemente les falten recursos, pero no talento.

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