domingo, 1 de junio de 2008

Raro.

Extraño, pero no es porque extrañe en sí, es porque es domingo y eso complica todo aún más. La semana irá despejando la duda, como la neblina en un viaje larguísimo, el camino que parece que no lleva a ningún lado, que es todo igual y siempre en el mismo lugar, el parabrisas que se agita de un lado a otro sin desempañar nada. Todavía es de noche, pero si miro para arriba, a campo abierto se ven mejor todas las estrellas, las cuento y no me alcanza la noche, no me alcanzan los deseos.

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