viernes, 2 de noviembre de 2007

Tristeza

Cuando me pongo triste me da frío, me corre un viento helado por todo el cuerpo que me sube por los pies, me recorre las piernas, el torso y desemboca en los brazos, para instalarse en la garganta, y ahí se queda calladito, tranquilo sin moverse. Siento que me ahogo que no voy a poder emitir palabra, nunca más. Me paraliza la idea de solo pensarlo, entonces yo también acompaño y me quedo calladita, quieta sin moverme. Después me recuesto sobre la cama desordenada y pienso un rato. Se me vienen todas la ideas juntas y no logro entender que me quiero decir, me tranquilizo y los pensamientos me vienen como imágenes, empiezo a ver todo más claro. Ahí me doy cuenta porque estoy triste, entonces mágicamente como si mi cuerpo procesara las imágenes que vienen a mi cabeza, se me empiezan a caer las lagrimas, cada vez más rápido, cada vez más grandes. Llanto desconsolado. Congoja interminable. Estoy triste y soy yo y mi tristeza. El mundo se reduce a mi habitación, mi cama, las sábanas que me tapan y mi tristeza. Me quedo un buen rato hasta que la fuerza de la tristeza empieza a soltarme y despacio me libero, fuerte dolor de cabeza, cansancio, estoy agotada, apenas junto fuerza para acurrucarme entre las sábanas y abrazarme a la almohada. Me pongo de costado y pienso que estoy abrazando a alguien, alguien que no va a venir, alguien que se fue o tal vez alguien que nunca estuvo, pero no me importa, porque para mí en ese momento estas conmigo y te estoy abrazando y me abrazas y el cuerpo se me afloja y el calor comienza a contrarrestar el frío y me vuelvo tibia y dulce. Cierro los ojos y me aferro fuerte a vos, hasta entregarme por completo, hasta quedarme dormida.

1 comentario:

Anónimo dijo...

mañana va a ser un buen dia te lo digo yo...
cancion de NO TE VA A GUSTAR, que a mi si me gusta y espero que a vos tambien, besos y no estes triste nenaaa, mer