domingo, 20 de enero de 2008

Mi olimpo personal.


Te encontras con ése que hace rato no ves, ése que te viene histeriqueando desde tiempos remotos, pero que nunca nada, ése que te ve llegar divina (porque estuviste toda la tarde previa al encuentro viendo que te quedaba mejor y como parecer despampanante pero sin estridencias) y que con la boca semi-abierta, te dice: “¡hace mil que no nos veíamos, estas preciosa!” y vos con tu mejor cara de: me puse lo primero que encontré le decís: - ¿En serio, te parece?, estoy igual que siempre. Entonces no le das bola por nabo, por colgado y sobre todo porque prometiste, juraste no anotar más pelmasos a la lista de decepciones amorosas, asi que te lucís como nunca y dejas que te vea espléndida y segura con todo por insinuar y nada por hacer, porque, ¿sabés qué?: la venganza es el placer de los dioses.

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