domingo, 13 de julio de 2008

Fotonovela.

Él, que está en mi cama, de repente se incorpora algo sorprendido al verme dejar los apuntes y rumbear hacia la computadora. Le digo que no se preocupe que sólo voy a ver mis mails, que no me voy a "colgar" en internet, que no me voy a distraer de mi actividad principal, el estudio.
Duda de mí, lo veo en su mirada, no me dice nada. Se acomoda nuevamente en lo que parece ser el reposo del guerrero y cuando suspiro aliviada por haberme salvado del reto, lo escucho:
"Marina, yo esto te lo voy a decir una sola vez y espero que con eso sea suficiente. Cuando yo llegué a esta casa vos ya estabas en la facultad, ¿te acordás cuando me ponías en un canasto de mimbre y me dejabas sobre la mesa de la cocina mientras vos estudiabas?, bueno, yo no descansaba, yo te hacía compañía y velaba por el buen fin de tus conocimientos. Pasaron años y yo seguí acompañándote, silencioso pero atento a la espera del milagro de que por fin te recibas. Si te fijas en mi barbilla ya tengo algunos pelos blancos, no muchos, pero yo que me enfrento al espejo cada mañana los veo, y vos seguís rindiendo finales para recibirte.
La vida no es sólo esto, hay más esperándote afuera, a ver si dejas tu exilio interior y enfrentas tu presente.
Dicho esto, puedo volver a lo mío: el merecido descanso.
Te quiero, bien.
Tu hermano, Juanito Laguna.

*Este post va dedicado a Gi, porque sólo los que tenemos hermanos perrunos sabemos lo que se siente, te quiero amiga!!!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Amiga!!! gracias.. te quiero.. prometo estar mejor y la prox tarde que sea mas divertida.