viernes, 30 de diciembre de 2011

Mis deseos para este 2012.


Quiero que me vuelvan a entrar mis jeans. Ya no pretendo adelgazar hasta volverme una sílfide, pero si volver a usar mi ropa, y bueno, si me queda holgada, mejor.
Quiero encontrar un departamento luminoso con pocas expensas y no más de dos pisos por escalera. O en su defecto un edificio con ascensor, aunque tenga que pagar un poco más de expensas, para que Juanito pueda visitarme cuando quiera sin problemas.
Quiero que mi situación financiera mejore y que sostener mi economía paralela de perfumería no se vuelva imposible.
Quiero que mis perfumes importados y las sombras de MAC vivan para siempre, sé que suena frívolo, pero se trata de una inversión que me gustaría que además de durar, en lo posible, diera cría.
Quiero que la nueva camada de directores argentinos siga haciendo buen cine.
Quiero que mis amigos estén bien, que nos veamos más y que nos hablemos menos por mensaje o por “las redes sociales”.
Quiero que siga habiendo lugares maravillosos en los que pueda tomar la leche en invierno. Hace poco descubrí una patisserie francesa en donde sirven el café con leche en una taza enorme y solo de verla fui muy feliz.
Quiero quejarme menos y reírme menos estrepitosamente, ambas manifestaciones producen líneas de expresión.
Quiero poder leer todo lo que me interesa y que mi sensibilidad o mi ignorancia por fin sucumban ante la belleza de la poesía y empiece a disfrutarla.
Quiero poder encontrar en "Mercado Libre" todo lo que busco, siempre, incluyendo los libros difíciles y los futuros regalos para Ale.
Y por sobre todas las cosas, quiero escribir bien y quiero que eso sea lo único que importe. Que falte muy poco para que en uno de esos papeles que te hacen llenar cuando vas a hacer trámites pueda poner en el casillero que dice, "profesión", simple y orgullosamente: "Yo, escribo".

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