De todos modos las cosas no fueron, al menos al principio, ni tan fáciles, ni tan color de rosa.
- Hola, la mujer de mi vida por favor.
- ¿La qué?, no nena yo no la conozco, yo tengo a mi mujer nada más.
- ¿La mujer de mi vida, la tiene?
- No, no la conozco, ¿qué es eso, un libro?, además vos deberías buscar el hombre de tu vida no una mujer, ¿no te parece?
- ¿Ya salió la mujer de mi vida de este mes?
- No, todavía no me la trajeron.
Lo que en un principio fueron negativas, burlas, risas, con el pasar de los meses y a lo largo de estos casi 5 años, se fueron transformando paulatinamente en aciertos, encuentros y descubrimientos. Los quiosqueros se sorprendían de que exista una revista con ese nombre, con ese formato y sobre todo que se venda.
"Me dejaron unas cuantas por este mes y se vendieron todas, no me quedaron más,
¿hace mucho que esta la revista?, porque yo, la primera vez que la veo". Lobby mediante y propaganda de boca en boca la revista fue creciendo y lo que era el reducto de algunos quioscos en el centro se transformó en Palermo, Belgrano, Parque Centenario, Abasto y la Costa Atlántica, sólo por dar ejemplos de lugares donde la conseguí, cuando la ansiedad se apoderaba de mí porque era 10 u 11 de mes y yo sin mi ejemplar.
Me pasaron y me pasan muchas cosas con LMDMV.
Tengo mil historias en colectivos, en la facultad, mientras hacía tiempo para alguna clase, en cenas con amigos o sola riéndome en cualquier parte, absorta frente algún cuento o nota.No me gustan las despedidas.
No me gustan los adióses,
me ponen triste.
Asi que, sólo tengo para decir:
LMDMV, soy tu fan.
No es el fin.
Sólo un adiós chiquitito.
Nos seguimos viendo,
cualquier día de estos
en alguna página.
Hasta entonces.
Marina.
1 comentario:
a mi me paso algo parecido con la revista latido, uh, espero que ese dato no hable mucho de mi ni el tuyo de vos...jajja, aunque, porque no? porque si? ehhh
beso, mer de nuevo
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